sábado, 27 de junio de 2009

Sometimes everything is wrong


SOMETIMES EVERYTHING IS WRONG. NOW IT'S TIME TO SING ALONG.
WHEN YOUR DAY IS NIGHT ALONE, (HOLD ON, HOLD ON)
IF YOU FEEL LIKE LETTING GO, (HOLD ON)
WHEN YOU THINK YOU'VE HAD TOO MUCH OF THIS LIFE, WELL HANG ON.

Trataba de llegar al siguiente verde y no tener que parar a mirar las caras alrededor. Me molesta… muchas veces me molesta. Por qué tengo que cruzar tantas veces al día rostros que no me interesan, e ir guardándolos en el recuerdo de un día que no tiene por qué recordarse. Me molesta la vivencia impuesta.
Por qué tengo que cargar con ellos todo el día y esa larga noche que lo sucede. Cuanto mas fácil sería el no tener que ir conduciendo ahora por esta calle y poder estar en cualquier otro lado. Por qué debo seguir una ruta cuando el viento es tan tibio aquí cerca de la cordillera. Siempre me ha gustado cuando llego a este punto sentir el viento tibio del invierno añejo. Y cuesta entender por qué las cosas ya pasaron hace tanto tiempo. Bajo el vidrio cuando ya me siento atosigado de las obligaciones que me llevan, y suelto un poco el auricular del teléfono que no para de sonar. Otra ves lo mismo: a veces son las consecuentes lecciones del capitalismo; otras solo se trata de la ocurrencia de una niñita “cuica”. Me da la impresión de que hoy día el sol se ve mas lindo que de costumbre allá sobre los techos nevados.

WELL, EVERYBODY HURTS SOMETIMES,
EVERYBODY CRIES. AND EVERYBODY HURTS SOMETIMES.
AND EVERYBODY HURTS SOMETIMES. SO, HOLD ON, HOLD ON.
HOLD ON, HOLD ON. HOLD ON, HOLD ON. HOLD ON, HOLD ON

Me molesta tu recuerdo especialmente cuando alguien me lo hace evidente. O mucho más, cuando alguien te nombra y pienso que tomaste la decisión correcta y debo rectificar y justificar el por qué de las diferencias que me llevaron a conducir tan lejos.
Sigo conduciendo cuando ya anochece y de cualquier forma alguien me espera allá en el otro extremo. Aún sigo sorprendiéndome de estos extremos que nunca quise elegir pero que me mantienen con los pies en la tierra como yo decidí algún día tenerlos.
Es cierto que las personas que te hacen daño aparecen siempre con más fuerza durante la noche… es cosa de acostumbrarse y entender que algún día desaparecerán, como muchos años atrás las más bellas esperanzas siempre aparecían justo antes del sueño y se sucedían noche tras noche, sueño tras sueño, espera tras espera. Espera… espera… espera…

domingo, 7 de junio de 2009

Lo lineal y aquellos encuentros.


Habrá algo en lo lineal de la vida que en verdad nos desespera? Con el paso del tiempo creo que uno puede llegar a creer que la costumbre nos hace perder el control. Pero la verdad es que no sé en que momento lo completamente lineal (o costumbrista) es la explicación o la solución a las interrogantes de por qué algo no anda bien.

En verdad muchas veces la estabilidad se basa en tener todo bajo control. Cuando ese dominio de las cosas no es más que un devenir tranquilo y basado en el reflejar estar bien. Cómo así: Me tomo un trago donde quiero, cuando quiero y con quien quiero. Tremendísimo error. Pago mis cuentas y cada vez asumo más responsabilidades económicas. Deficiente tranquilidad. Llego a fin de mes. No exige más explicación.

Claro que me tranquilizo cuando por lo menos una de esos conceptos básicos se cumple, pero cuanto más hay que se escapa por las hendiduras de aquellas trincheras. Uno toma todo fuertemente entre las manos y aprieta los dedos religiosamente cuidando que nada escape, pensando a la vez que todo esto junto hará la base de esas “otras cosas” que han de llegar tarde o temprano. Porque es natural y así es la vida.

Acá es cuando la vida nos promete ese discurso modernista jamás cumplido y volvemos a caer nuevamente en ese creer ridículo de que las cosas se dan por que si.

Cuando comencé a darme cuenta que algo no andaba bien. Ha de haber sido hace un par de años, cuando las cosas estaban peores. Y aquí vuelvo a girar en 180; las cosas no se daban y el espacio – tiempo era por lo bajo incierto. Pensé, me senté tranquilamente y me dije: “chucha, las cosas no estén bien. Algo ha de cambiar” Y cambio. Bien.

Ahora estoy en la parte de la novela en que las cosas tomaron otros rumbos y me tranquilizo porque en verdad logré escabullirme. El asunto es hacía donde y la pregunta fundamental es si logré desalinearme.

Volvemos al principio con algo claro: Lo lineal desespera. ¿Por qué? Porque era la solución a algo no solucionado. Entonces ahora demostrado el fracaso de lo que en si debemos esperar, cabe preguntar hacia donde dirigir las pasiones.

No puedo evitar pensar en las mujeres casadas que me interesan, me han interesado o me interesaran. Esto porque la base social de una vida en si plena es la pareja estable. Claro también la familia y la propiedad privada, ¿pero no es lo mismo? Entonces por qué siempre ese ser intransigente se convierte en lo atractivo. Y no por mí. Trato que eso me quede claro como para disculparme cuando en el fondo sé que no le debo disculpas a nadie. Mas adelante quizás profundice en este tema.

Otro caso es aquellas personas que de tan heridas no quieren nada con esto que tan natural nos sabe a casi todos y su vida se vuelve un cinismo cíclico que lleva a en realidad no tener compromiso con nada. Demuestran la seguridad de enfrentarse a la vida con una convicción falsa y contradictoria. Con dos tragos en el cuerpo (o tres y algo para picar) te enseñan la transparencia de la abstinencia y la pureza de la soledad, y al otro día se encierran en el oscuro cuarto de la bella indiferencia. Esa es la belleza de jugar a ser si mismo en contradicción de ser bella con la verdad.

Lo anterior es la desesperación por el escape de lo lineal. La infinita necesidad de buscar ese algo distinto en alguien que se muestra diferente al resto y que desarrolla discursos que precisamente lo que buscan es llamar la atención.

Hay que tener mucho cuidado cuando se busca marcar la diferencia a lo anteriormente lineal. Se cae en esto que es depender de personas que no saben, o no entienden lo que uno está buscando, y que al fin y al cabo no es en lo absoluto culpa de ellas, si no de uno que de tan dolido extiende manos hacia cualquier lado sin saber que es lo que se puede llegar a tocar.

sábado, 6 de junio de 2009

Nuevamente tan arriba y sin embargo abajo.


Creo que una de las cosas más dificiles en estas vidas que nos toco vivir, es el poder decidir por nosotros mismos. Por eso defiendo la postura de que el volver a escribir aqui no depende de mi. Tampoco es culpa tuya que ahora estas leyendo ni del que quizás leera mañana. La culpa es de los que nunca leeran lo aqui escrito. Ellos (los que no debieran importarme) son los que desagradablemente nos definen.
Por eso vuelvo a escribir "aqui" y no en otra parte. Porque si ya en esa otra parte no son un aporte aqui ni siquiera existen.
Vuelvo a pensar en la azotea como ese lugar privado de maravillas futuras.
Gracias.